LA SALUD A TRAVÉS DEL MASAJE
Sin dolor no hay ganancia.
¿Cuantas veces nos han dicho esto?
Estamos acostumbrados al dolor. La famosa frase sin dolor no hay ganancia, no es solo un lema de deportistas. En nuestra cultura competitiva sufrir dolor es considerado parte del entrenamiento hacia el éxito.
Este lema lleva implícito que conseguir logros implica un esfuerzo. Esta idea que ya estaba presente en la antigua obra de Confucio, se ha extrapolado a nuestra cultura occidental dotándola de un significado muy distinto.
En las antiguas culturas el verdadero esfuerzo estaba en la perseverancia. Plantear un objetivo y tener la paciencia y constancia de llevarlo a cabo fijándonos en el día a día, en las pequeñas cosas.
En nuestra cultura actual el esfuerzo es equivalente a la fuerza, la agresividad necesaria para vencer arrasando si es necesario. Vencer incluso a la naturaleza y a nuestro cuerpo.
¿Es necesario aplicar una técnica agresiva para obtener un beneficio?
El masaje no tiene por que ser doloroso. Es un tacto que depura el organismo a nivel físico y emocional activando los mecanismos de autocuración del cuerpo. Esto significa reconocer a la naturaleza como un poder en sí mismo, buscar su ritmo y seguirla, no vencerla.
Podemos disfrutar de un masaje donde nos expresan respeto con un tacto relajado y lleno de presencia. Pero además, esto puede ser una oportunidad para tratar a nuestro cuerpo con amor y gratitud, no con invasión y dolor.
¿Dónde queda pues el esfuerzo, la ganancia?
El esfuerzo está en pararse a escuchar al cuerpo, en observar los detalles en los demás y en nuestro entorno, ya que con nuestro gestos ordinarios construimos cada día nuestra propia salud. Con esto no vamos a ser considerados para los record guiness, pero si reflexionas, no hay proeza mayor en nuestro tiempo que la constancia y el trabajo cotidiano de una vida equilibrada y saludable.
La salud a traves de las cosas pequeñas